Es una herramienta muy eficiente para el manejo de residuos sólidos urbanos. Su función principal es transformar los desechos en fragmentos más pequeños y fáciles de manipular, lo que optimiza las etapas posteriores de tratamiento y reciclaje.

Su motor totalmente automatizado impulsa un mecanismo de cizallamiento de alto par y baja velocidad, en el que dos ejes giran en direcciones opuestas. Cada eje incorpora cuchillas fijas y móviles dispuestas de forma entrelazada, que trabajan en conjunto para cortar y desmenuzar el material. Gracias a este diseño, la máquina es capaz de procesar diferentes tipos de residuos: desde materiales blandos y flexibles, hasta piezas duras y voluminosas, evitando problemas comunes como atascos, bloqueos o enredos, incluso con flujos de desechos mezclados.

Puede integrarse de forma óptima con el rendimiento de su sistema de pretratamiento, la trituradora cizalladora de doble eje garantiza una trituración precisa, obteniendo partículas de entre 60 y 80 mm, además permite ajustar el tamaño según las necesidades del proceso. Su diseño tiene una ventaja clave: las cuchillas pueden repararse directamente en el lugar de trabajo. Cuando el filo pierde eficacia, este se recupera mediante tecnología de recubrimiento por soldadura, prolongando la vida útil del equipo y reduciendo las paradas no planificadas.