Hemos implementado un proceso hidrometalúrgico sostenible que utiliza disolventes reciclados para recuperar metales de baterías usadas, generando productos químicos de gran pureza listos para reincorporarse a la fabricación de nuevas baterías. Esta tecnología no solo asegura un reciclaje eficiente, sino que también protege los recursos y reduce el impacto ambiental.
Utilizamos técnicas optimizadas de separación mecánica y química para extraer al máximo los materiales valiosos de los residuos de cables. Este proceso permite un reciclaje eficiente, al mismo tiempo que fomenta la protección ambiental y contribuye al desarrollo económico sostenible.
A través de un tratamiento seguro y controlado de los residuos fotovoltaicos, PEAKS-ECO logra recuperar los materiales de los módulos solares, impulsando un reciclaje responsable a fin de promover la sostenibilidad en la industria fotovoltaica.
Al momento de comprar un vehículo, el usuario realiza un pago que cubre su futura gestión y reciclaje responsable.
Cuando el vehículo llega al final de su vida útil, se lleva a los puntos oficiales de recogida para iniciar su procesamiento. Tanto los vehículos nuevos como los de segunda mano se inscriben ante las autoridades locales, ya sea a través de concesionarios o talleres autorizados.
Los gases como los CFC y HFC, presentes en sistemas de refrigeración del vehículo, se extraen con cuidado y se someten a procesos que evitan daños al medio ambiente.
Estos dispositivos de seguridad se retiran y se desactivan mediante procedimientos controlados, para luego reciclar sus materiales. Del mismo modo, otras piezas del vehículo se separan para darles una nueva vida útil.
Después de desmontar el vehículo, se tritura y los pedazos resultantes se clasifican para recuperar metales, plásticos y otros materiales que pueden aprovecharse nuevamente.
Cuando un automóvil llega al final de su vida útil, aún tiene valor en sus piezas y materiales. Gracias a novedosas técnicas de desmontaje, clasificación y reciclaje, es posible recuperar metales, plásticos y caucho de forma eficiente. Incluso las baterías y componentes electrónicos encuentran una segunda oportunidad, impulsando así el modelo de economía circular y reduciendo el desperdicio.
